A las 21 horas y ocho minutos de ayer arrancó el oficialmente la Semana
Santa palentina. A esa hora, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la
Sentencia, del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y de María Santísima
de la Esperanza inició su primera procesión dentro del programa oficial.
Tras años de lucha, y tres ediciones en las que su presencia se había
limitado a un Vía Crucis previo a los actos oficiales, su salida de ayer
ya se consideró procesión. De hecho, es una de las novedades más
destacadas de este año.
Pese al tiempo, que cambió a ventoso y desapacible durante la tarde, y
la coincidencia con el primero de los partidos de Play-Off del Quesos
Cerrato, el recorrido de tres horas largas de este desfile, único en
Palencia con costaleros, fue seguido por varios cientos de personas.
Tres aldabonazos de prevención en el paso y uno más, después de las
pertinentes comprobaciones, sirvieron a los 35 costaleros para iniciar
el lento procesionar bajo la talla de Nuestro Padre Jesús de la
Sentencia (Sevilla, 2011) por el barrio del Ave María.
Lento, porque deben transportar una tonelada sobre sus espaldas, lo que
hace que las paradas sean constantes para descansar y, como en el caso
de ayer, para reencender las velas que precedían la imagen del Cristo
con el soldado romano azotándole. Veinte minutos después de haber salido
de la carpa instalada en el patio del Colegio del Ave María, el paso
había logrado doblar la esquina de Floridablanca con Pizarro. Además, la
dificultad añadida de que los costaleros seguían el ritmo de las
marchas que interpretó la Banda de Tambores y Cornetas del Santísimo
Cristo de la Buena Muerte, miembro honorario de la Cofradía. Especial
fue el momento en el que en la calle Don Pelayo el Cristo bailó en
recuerdo de dos hermanos cofrades fallecidos.
Escuchar ‘la sentencia’. Tras dejar la zona de calles anchas del Ave
María, la procesión encaró un pequeño laberinto de estrechas vías y
casas bajas, con las luces del alumbrado público apagadas y con rampas
que dificultaron el avance. El objetivo, el número 28 de Santo Toribio,
donde a la luz de ocho antorchas se procedió a la lectura de La
Sentencia con la que Poncio Pilato condena a Jesús. Texto tomado de El
drama de Jesús (José Julio Martínez).
Tras la lectura, la procesión tomó el camino de vuelta hacia la iglesia
de María Estela, a la que llegó a las 0,15 horas, mejorando el horario
previsto.
Fuente: Diario Palentino
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