La tormenta de la tarde del sábado y
las previsiones meteorológicas para las siguientes horas ya hacían
presagiar que la del Rompimiento del Velo sería la segunda y última
procesión de la Semana Santa de 2014 que no iba a celebrarse.
Previsión que se confirmó, ya que pasadas las 8 de la mañana la
Cofradía Penitencial y Sacramental de la Santa Vera Cruz anunciaba
oficialmente que la procesión se sustituía por un acto religioso en la
iglesia conventual de San Pablo. Fue allí donde se celebró el acto del
Rompimiento del Velo, que simboliza la caída del velo del dolor de la
Virgen María y la alegría por la resurrección del Hijo de Dios.
Hubo que esperar, eso sí, hasta las 10 de la mañana, ya que antes había
que celebrar la misa programada en San Pablo. La música de la Banda de
Cornetas y Tambores de la Vera Cruz anunció el inicio del traslado a San
Pablo del Paso de la Virgen del Rompimiento, que en ese momento todavía
lucía con vestimenta y velo negro, que dejaban a la vista del mundo
sólo sus manos.
La Virgen entró en la iglesia conventual por su puerta lateral, después
de bordear el monumento a la Semana Santa que luce en la plaza de San
Pablo. El replique de las campanas y las notas del Himno de España
interpretadas por los músicos de la Vera Cruz anunciaron la inminente
entrada de la talla en el templo capitalino, que estaba prácticamente
lleno.
Con los fieles en pie, un toque de tararú recibió a la talla en el
interior de San Pablo. Allí esperaba, bajo palio, el obispo de la
Diócesis de Palencia, Esteban Escudero, que portaba la Custodia con la
Hostia Sagrada, símbolo del Santísimo Sacramento y la Resurrección de
Jesús.
El encuentro de la Virgen con su Hijo resucitado culminó con la
retirada del velo a la talla de la Virgen del Rompimiento, que se
entregó a una representación de los cofrades más jóvenes, como manda la
tradición.
Mientras la música de la Banda Municipal sonaba en San Pablo, Esteban
Escudero se dirigió al altar y tomó la palabra para dirigirse a los
cofrades para destacar el «doble motivo de alegría» del Domingo de
Resurrección: por la victoria de Jesús sobre la muerte y por la caída
del velo del dolor de la Virgen.
«Quiero felicitaros por esta Semana Santa que hemos vivido tan
intensamente», manifestó el responsable de la Diócesis, que invitó a los
cofrades a seguir participando interiormente de los actos que se
celebren durante la Pascua que ahora se inicia, sobre todo en la
eucaristía, ya que a través de la comunión se revive la Pasión y Cristo
de que se ha vivido durante la Semana Santa.
Fuente: Diario Palentino
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