El obispo de la Diócesis,
Esteban Escudero, presidió ayer la tradicional Misa Crismal donde los
sacerdotes renuevan las promesas sacerdotales y se consagra el Santo
Crisma y bendicen los Santos Óleos para celebrar, a lo largo del año,
los sacramentos del Bautismo, Confirmación, Orden Sacerdotal y Unción de
los Enfermos. Concelebró un grupo numeroso -más de un centenar de
sacerdotes- del presbiterio.
Monseñor Esteban Escudero señaló en la homilía que «es también la
ocasión de reflexionar sobre qué podemos hacer mejor, guiados por el
Vicario de Cristo, Pastor de la Iglesia universal». Afirmó que la
llegada a la Sede de Pedro del Papa Francisco ha supuesto una nueva
ilusión y un nuevo empuje en la marcha de la Iglesia universal. «El
abundante magisterio que nos ha transmitido en los escasos trece meses
como obispo de Roma, no sólo con sus escritos, sus homilías diarias en
la capilla de Santa Marta y las catequesis en las audiencias de los
miércoles, sino también con los gestos de su vida, como su sencillez, su
cercanía a la gente, su confesión ante todos de hace unos días o sus
largos ratos de adoración, constituyen una llamada apremiante para todos
nosotros a comenzar una nueva etapa de la vida de la Iglesia, marcada
por una mayor fidelidad al evangelio de Nuestro Señor Jesucristo»,
afirmó.
Monseñor Esteban Escudero aseguró que «una espiritualidad sin
compromiso se convierte en angelismo desencarnado, pero un compromiso
social o misionero sin vida espiritual es una actitud sesgada ante el
evangelio y, por lo tanto, está destinado a la esterilidad en la
Iglesia».
El obispo hizo referencia en su homilía a que la Iglesia debe hacer una
decidida opción preferencial por los pobres, entendida en el sentido
amplio de la palabra, y a que es preciso que todo el Pueblo de Dios sea
anunciador del Evangelio. «Como dice el Papa, se necesitan
evangelizadores abiertos al Espíritu». «Oración, Palabra de Dios,
Eucaristía y Penitencia sacramental. Ahí está el segundo pilar, la
segunda vía de la auténtica renovación en la Iglesia, que el Papa afirma
que es inseparable de la anterior: la vida espiritual de los fieles,
especialmente en nuestro caso, de los sacerdotes», señaló.
«La celebración del Jubileo del quinto centenario del nacimiento de
Santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia y maestra de
espiritualidad, nos puede proporcionar al presbiterio palentino la
ocasión de reflexionar e intensificar la dimensión espiritual de nuestro
ministerio sacerdotal. Igualmente, el estudio de la Exhortación
Apostólica Evangelii Gaudium como formación permanente, nos puede
preparar para la renovación pastoral que el Espíritu Santo, a través del
ministerio del Papa Francisco, está intentando llevar a cabo en su
Iglesia. Ambas tareas os las propongo como prioridades para nuestra
renovación ministerial en el curso próximo 2014-15», concluyó el obispo
su homilía.
Fuente: Diario Palentino
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