La Festividad de Las Candelas arrancó, como marca la costumbre, con la
recepción de autoridades en el Ayuntamiento. La Corporación Municipal
estuvo acompañada por las máximas autoridades de la capital y la
provincia, que, junto a la Banda Municipal de Música, procesionaron
hasta la iglesia de La Compañía donde el obispo de la Diócesis, Esteban
Escudero, bendijo las candelas.
Uno de los momentos más bonitos de esta primera parte de la celebración
religiosa fue cuando los componentes de los grupos de danzas de la
ciudad y varias peñas formaron un pasillo desde los Cuatro Cantones
hasta la puerta del templo para recibir a la comitiva institucional.
Hecho que también se repitió a las puertas de la Catedral para recibir a
Nuestra Señora la Virgen de la Calle.
Alfonso Polanco aseguró a la patrona de la ciudad que «el esfuerzo de
todos ha servido para algo». «La situación está cambiando, vamos a mejor
y te pido que sigamos en esa buena dirección que acabamos de iniciar y
que nos lleve a encontrar un futuro sólido y estable para todos».
También pidió el regidor capitalino por «el fortalecimiento de los
valores humanos» de los palentinos. «Que cesen en nuestros espíritus las
miserias, el odio, la envidia, la mentira y el egoísmo, y saquemos
nuestras fortalezas de palentinos de bien, que son muchas y respetadas».
Alfonso Polanco durante su alocución |
El alcalde capitalino recordó que Palencia es «ciudad de gentes
solidarias y de buena masa» y abogó por «compartir», «ayudar» y «rezar».
«Quiero que seas María de los enfermos, de los que se encuentran solos,
de los débiles y desprotegidos, de los niños, de los que somos
servidores públicos, de los jubilados y amas de casa».
Alfonso Polanco se presentó «en nombre de todos los palentinos; de los
que están y de otros muchos que no han podido venir». Desde luego, este
año han sido muchos menos los palentinos que han asistido a la
celebración religiosa en honor a la patrona.
El primer edil ofrendó a la patrona de Palencia «el honrado y leal
trabajo de los palentinos» y «el esfuerzo diario de la Corporación
Municipal para que la ciudad siga mejorando».
Agradeció también «el manto protector» y su «imprescindible aliento» y
rogó a la Virgen «caminar junto a los palentinos en la vida para que las
calles y plazas sean lugares de encuentro, y vivan en paz, concordia y
caridad todos juntos».
En sus peticiones a la patrona, el alcalde no olvidó dos referencias.
Una, la de Palencia como ciudad teresiana, reconocida por la Orden de
los Carmelitas Descalzos. «Estamos trabajando e implicados en celebrar
el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús como se
merece», aseguró.
Polanco recordó las palabras que la propia Santa Tersa dedicó a
Palencia:«Está en el pueblo una casa de mucha devoción de Nuestra
Señora, como ermita, llamada de Nuestra Señora de la Calle. En toda la
comarca y ciudad es grande la devoción que se la tiene y la gente que
acude allí».
«Vio con sus propios ojos el entusiasmo desbordante del pueblo hacia
ti, Virgen de la Calle», aseveró al alcalde, que resaltó la relación de
los palentinos con Santa Teresa de Jesús:«Sus palabras constituyen un
auténtico gozo y despiertan entre los palentinos una corriente de
simpatía y devoción hacia esta andariega e inquieta, mujer grande en
letras y santidad, y doctora de la Iglesia universal».
La segunda referencia del alcalde capitalino en sus peticiones a la
patrona involucró al recientemente fallecido padre Abilio Sierra Jorrín.
«No quiero pasar la oportunidad sin recordar en esta ofrenda a uno de
tus hijos, que está en el cielo desde hace unos pocos días», manifestó
Polanco. De él tomó prestado unos versos para cerrar su ofrenda: «Desde
siempre eres, María/ de las calles de Palencia la patrona/ eres faro y
eres guía/ del que busca en sus caminos/ esa mano, esa sonrisa/ que le
diga: no abandones,/ aún es tiempo, tienes vida».
Homilía del obispo. Por su parte, el obispo de la Diócesis, Esteban
Escudero, llamó la atención en su homilía a la figura de la Virgen de la
Calle como «modelo de la humanidad redimida». Tras recordar la historia
de esta talla de la primera mitad del siglo XV y la leyenda de La
Morenilla, recordó que los rayos en torno a su cuerpo y la media luna a
sus pies son símbolos del misterio de su Inmaculada Concepción.
«La Inmaculada Concepción representa así la humanidad sin pecado que
Dios planeó al crear al hombre» y «el triunfo del bien sobre el pecado»,
recordó el responsable de la Diócesis palentina. Ensalzó también
Esteban Escudero la figura de la Virgen de la Calle como «modelo de
santidad de la vida». «Todos nosotros hemos nacido bajo el signo del
pecado original, alejados de Dios, pero, el Espíritu Santo que recibimos
en el bautismo nos permite vivir una vida nueva, es decir, recobrar la
condición de hijos de Dios».
Esteban Escudero recordó que el Papa Francisco explicó las
consecuencias que tuvo para los hombres la Redención de Cristo y la
posibilidad de vivir la vida de la gracia. «Ser cristianos no se reduce a
cumplir los mandamientos, sino que quiere decir ser en Cristo, pensar
como él, amar como él; y dejar que él tome posesión de nuestra vida y la
cambie, la transforme, la libere de las tinieblas del mal y del
pecado...», defendió el obispo.
Finalmente, Esteban Escudero recordó que el 2 de febrero se celebra
también el Día de la Vida Consagrada, que este año, bajo el lema de La
alegría del Evangelio en la vida consagrada, ha tenido como objetivo
«dar gracias por este don que la Iglesia ha recibido y promover su
conocimiento y estima por parte del resto del pueblo de Dios».
La ofrenda floral y los cantos a la patrona de Palencia marcaron el
final de la misa y el regreso de la patrona hasta La Compañía.
Fuente: Diario Palentino
Fuente: Diario Palentino
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