lunes, 17 de marzo de 2014

El peso de la Fe

Sacar un paso procesional a hombros es un honor para el cargador, para la cofradía y para la Semana Santa en general. Es un gesto que engrandece muchas procesiones.
En las últimas dos décadas, varias cofradías palentinas han preparado sus imágenes para ello. Han cambiado las ruedas por los brazos y las piernas de decenas de personas que optan por procesionar y además cargar.

Paso portado a hombros

Este año serán quince los pasos que recorran a hombros o a costal las calles de la capital palentina durante la Semana de Pasión, uno más que el año pasado, ya que será la primera vez que lo haga la Virgen de los Siete Dolores del Santo Sepulcro en la procesión del Sábado Santo.
Varias imágenes o conjuntos escultóricos llevan muchos años procesionando sobre los hombros de los cofrades, mientras que otras se han sumado en el último lustro.
Así, podemos encontrar pasos que tradicionalmente han sido cargados como es el caso de  Nuestro Padre Jesús de Nazareno -al que cariñosamente se le llama El Viejo y que lleva siglos procesionando a hombros-, el Santo Sepulcro o la Virgen del Rompimiento de la Vera Cruz.
Hay otras imágenes que se han estrenado en este menester más tarde, ya que en los últimos años ha aumentado la lista con pasos como la Virgen de la Amargura de los Nazarenos, el Santo Cristo-Señor de la Vida y la Muerte de La Piedad o el Señor de la Sentencia.
Este último paso, que saldrá por tercera vez procesionando en Palencia durante la próxima Semana Santa, tiene además la peculiaridad de que es la única imagen portada a costal. Así, hay que diferenciar entre cargadores y costaleros. En el caso de los primeros soportan el peso del paso sobre sus hombros, mientras que los segundos lo hacen sobre su cerviz.
Por ello, dependiendo de cómo se vaya a llevar el paso, es conveniente cubrirse la espalda o los hombros para evitar posibles lesiones. Esta es una de las cuestiones que desde hace años también se tiene en cuenta en las cofradías, cuyos cargadores o costaleros se preparan durante semanas y toman las medidas oportunas para no sufrir incidentes durante la carga.
Por otra parte, hay pasos que requieren unos pocos cofrades para portarlos, mientras que otros necesitan decenas por su elevado peso. En el caso de la capital palentina, el Yacente -una talla del siglo XV que se procesiona sobre una camilla el Jueves Santo- es llevado por cuatro personas, mientras que el  Santo Cristo-Señor de la Vida y la Muerte y Jesús Crucificado necesitan de ocho hermanos.
El paso que más personas requiere es el de Nuestra Señora de la Vera Cruz, que pesa dos mil kilos y tiene que ser llevado por 120 cofrades. Le siguen la Santa Vera-Cruz y Jesús de Nazareno con el Cirineo.
En el caso de los pasos grandes, durante toda la procesión se cuenta con el acompañamiento de una o varias personas encargadas de coordinar el grupo y marcar los tiempos. Incluso, en algunos, se marca su alzamiento y descenso  mediante algún elemento, como una campana en el caso de la Virgen de la Vera Cruz. La organización es elemental.



Fuente: Diario Palentino

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