Miles de ojos ya miran al cielo

Tras el inicio de la Cuaresma y la celebración del Vía Crucis del pasado sábado, Palencia ya huele a Semana Santa. Las Cofradías de la capital y de la provincia llevan meses preparando los que serán sus principales actos de cara a esta celebración, pero a partir de ahora intensifican toda esa labor.
Túnicas, pasos, tandas, bandas y hasta el más mínimo detalle tiene que ser supervisado para lograr que los actos salgan según lo previsto. Pero nada de todo eso será posible si el tiempo no acompaña. Esta celebración ha estado pasada por agua en los últimos años y la capital no ha podido lucir con todo su esplendor ese título de Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Procesión Domingo de Ramos bajo la lluvia

Este año hay un aliciente: la Semana Santa se celebra en abril -del 13 al 21-, lo que hace suponer que el tiempo por entonces sea bueno o, al menos, no tan malo como en anteriores ocasiones.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la climatología de la próxima Semana Santa, que este año comenzará el 13 de abril y concluirá el 21 de ese mes podría traer unas temperaturas máximas cercanas a los14 grados centígrados y lluvias frecuentes, sobre todo en el Cantábrico.
Lo cierto es que no son las predicciones que gustaría oír para esas jornadas, pero ante la climatología nada puede hacerse.
La Aemet ha analizado el periodo del 13 al 21 de abril desde 1981 a 2013 para ver el comportamiento meteorológico de las últimas décadas con el fin de valorar cómo podría ser la próxima Semana Santa.
En general, la Agencia concluye que los nueve días analizados son «plenamente primaverales» y se caracterizan por temperaturas suaves, con medias cercanas a los 14 grados centígrados, aunque en zonas como Canarias podrán llegar a los 20 grados.
Las máximas promedio oscilan entre los 14 y los 22 grados centígrados, aunque en este periodo se han llegado a alcanzar temperaturas veraniegas, como demuestran los 33,1 grados de Córdoba o o los 32,3 de Sevilla registrados el 17 de abril de 2013.
Las máximas absolutas más bajas se alcanzaron en León, Barcelona, Valladolid, Palencia y Burgos, con valores máximos por debajo de los 25 grados centígrados.  En Palencia la temperatura media alcanzada en estas fechas ha sido de 8 grados.
Del mismo modo en que las máximas en ocasiones pueden ser veraniegas, las mínimas a veces alcanzan valores plenamente invernales. Pone de ejemplo los -8,6 grados centígrados a los que  se llegó en Ávila el 13 de abril de 1986; los -6,5 grados centígrados en Valladolid o los -6,1 grados centígrados registrados en Palencia el 16 de abril de 1994.
 Sobre las precipitaciones, el informe dice que son «frecuentes» en este periodo ya que en la mayor parte de la Península ha habido precipitaciones casi la mitad de los días estudiados.
En Palencia, la precipitación media en este periodo ha sido de 12 litros por metro cuadrado, aunque cabe destacar que en 1996 llegaron a acumularse 41 litros, según este estudio. Ojalá no se repita.


Fuente: Diario Palentino